Cuando llegamos allí nos estaban esperando unos monitores que nos enseñaron un vídeo explicativo de todo lo que se puede hacer en Sierra Nevada, tanto en verano como en invierno. Luego nos llevaron a una casa típica de la montaña donde nos enseñaron los antiguos aperos de trabajo, los utensilios de cocina, tinajas, y cómo se conservaban antes los alimentos.
Como hizo un día estupendo y, a pesar de estar todo nevado (un paisaje precioso), no hacía frío, los niños hicieron pan en el porche (después de un desayuno a base de galletas y tortas de aceite típicas de Granada, y té y manzanilla cogidas de la montaña). El pan se hizo en un horno de leña tradicional, y después los niños comieron el pan que cada uno había hecho, y al que le habían dado la forma que quisieron.
Y después del almuerzo (para coger fuerzas), vino la diversión en Mirlo Blanco, tirándose con las bicis-esquí, los 'donuts' y con el trineo ruso. Viendo las fotos sobran las palabras, se lo pasaron bomba. Para algunos niños era la primera vez que veían y tocaban la nieve. Algunos se llevaron la nieve metida en las botellas de agua para enseñársela a sus padres. Todo transcurrió sin incidentes, y fue una jornada genial que esperamos repetir los próximos años. ¡No os lo podéis perder!
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